miércoles, 18 de abril de 2012

A una transeúnte

A una transeúnte

Este poema describe a una chica que el poeta ve en un segundo entre la multitud de gente. En él, se describe a la chica con aspecto triste en la que esta tanto la muerte como la eternidad y el poeta siente un fuerte deseo de muerte. Parece que el poeta por un momento se enamora de esa chica, una chica agil, vestida con ropas de luto reflejando en una sinestesia un “dolor majestuoso”. Aparece una personificación dirigida a la chica “con piernas de estatua”, razon por la cual dice que es agil, y una metafora “Mi alma no cesaba de beber de sus pupilas”. También, aparece una pregunta que el poeta deja en el aire, “¿Es que no te veré más sino en la eternidad?”, en la que se dirige a la chica, esperando una respuesta que probablemente nunca llegue. Ya en la última estrofa, el autor ve que alejándose aquella chica, que ignora de donde viene ni a dónde va, que quizás nunca vuelva a verla podría haberla amado.

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